Si bien cada día estoy expuesta al fracaso, 
no me interesa caer en sus redes
y dejarme paralizar por el fastidioso miedo que conozco bien.  
El miedo congela, censura, limita.  
Pero también impulsa a seguir, a correr, 
nos invita a pasar y una vez que cruzamos el umbral de su morada 
nos empuja hasta el precipicio para ver si somos capaces de saltar…. 
Yo quiero ser como el miedo, 
que puede detener o impulsar… 
inspirar a hacer grandes y terribles cosas.  
¡Quiero gritar y que se escuche mi bramido hasta china!   
Quiero permanecer, 
languidecer en la memoria y en los libros 
¿Es mucho pedir?
Me cuestiono constantemente, pero no desisto, 
me niego a pensar que soy poca cosa… 
pero mis creencias me subrayan la humildad. 
¿Cómo le hago para permanecer humilde queriendo más?

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