<<<<<<>>>>>>>




sábado, 21 de mayo de 2011

¿Qué dice que dijo?


¿Mi interacción social?  ¡Ah sí! …Pues, la gente me ve extraño.  Me ven pasar al lado y escanean con los ojos mi persona.  Sobre todo las doñitas.   Supongo que tengo una sonrisa contagiosa porque me sonríen de regreso aunque no muy convencidas.  Pero no es por mi ropa, ni mi pelo, porque eso es bastante normal un jeans y una sudadera, aún en verano… no porque no quiera usar otra cosa… es que no hay mucho que escoger en mi armario.   


Creo que es porque bailo en la avenida cuando escucho una canción que me gusta; o porque a veces camino dando saltitos como cuando tenía 8. Y si no sostengo largas conversaciones con las inquilinas que tengo en la cabeza estoy cantando sin audífonos. 


¿Qué si me he enamorado?  ¡Uy, sí!  Todos los días.  Depende a que inquilina le toque el turno, así es el amor que profeso.  Pero no es amor de a deveras, es ese de ratito.  De los que te hacen suspirar una vez y ya estuvo, luego se cambia la patoja que controla mi cuerpo y viene otro a quien querer.


¿Qué si soy feliz?  Siendo como soy, o sos feliz o no sos.  La dualidad reina mi realidad… aunque “dual” no sea la palabra correcta es lo que más se le acerca, porque hay tanto dentro que si no lo divido no habría espacio y no podría manejarlo.  Lo malo es que a veces lo que hace una se le olvida a la otra y a cualquier indicio de recordar algo, cambio.  Jeckyll y Hyde, sí, algo así, solo que habría que agregar a un Hyckyll,  Jede, a Kyllhy y a Deyll.


¿Qué si me arrepiento de algo?  …solo de arrepentirme. 


¿Qué si necesito algo para ser normal?  Creo que ese accesorio no venía en el paquete.  Necesito ser normal para necesitar serlo.


¿Qué qué es lo que quiero de la vida?  ¡Pues vivirla, obvio!


Y a todo esto… ¿Por qué tantas preguntas?  Ah, sí, la curiosidad.  ¡Curiosa cosa es la curiosidad ¿no?! El gato se murió por eso, pobre Gato.  Sí me acuerdo de él pues, el patojo de la esquina que salió a la calle por unos ruidos ¡Y  zas pues!… ¡Qué le cae un balazo! Por shute, digo yo.  Pero es que a veces uno no se puede quedar así… con la curiosidad. Y la termina cagando más.  Como cuando empezó usted a preguntarme cosas.

 ¿Ya se va?  ¡Qué le vaya bien Doña Cordura!  ¡Se me cuida y venga a verme más seguido ¿Quiere?! ¡Saludos a la familia!





No hay comentarios:

Publicar un comentario